miércoles, 27 de junio de 2012

Hinchada

My Study of Coral by Anthony Christian
Se me hincha el deseo nada más de pensarte. Traerte a mis ojos en mis fantasías contigo me llena de lascivia y liviandad, me hace querer desnudarme ante tu mirada en llamas y entregarme a ti para que me absorbas como el desierto al agua. Tus imágenes en mi mente me hacen llevarme las manos a mi entrepierna que palpita de deseo ansiando tus dedos, tu boca y tu ápice afilado como espada. Imagino el roce de nuestros cuerpos desnudos y llenos de sudor, compartiendo besos, caricias, gemidos, latidos, alientos, gritos, maldiciones y clamores a Dios en el sube-y-baja y entra-y-sale de nuestra locura. Te veo en mi mente, desnudo ante mí, tomándome seguro y yo entregándome sin resistencia. Te veo perdiendo la razón hasta que se te olvide tu nombre, quiénes somos, dónde estamos y por qué y cómo llegamos allí. Veo los susurros soeces que quiero suspirar en tu oído y en tus labios mientras haces un esfuerzo por no estallar de la excitación que te domina. Me veo montada en ti triunfal, tragándome con mi vulva carnosa y empapada tu hombría altanera, mojándote indecente e indomable, convertida en ramera y diosa para poseerte entero. Te veo clavándome feroz para matarme estas ganas que no cesan y que crecen salpicadas de dulce y mojada agonía mientras me azotas con tu látigo verdugo. Me imagino frotándome mi hinchazón contigo mientras me martillas el placer por dentro llenando mi boca de tu saliva y de tu respirar con tus besos. Se me hincha todo al pensarte…

martes, 5 de junio de 2012

Tu olor


Reconozco tu olor, ese olor que me provoca morderte y meterte mis dedos en tu piel y enterrarte mis gemidos en tu boca entreabierta y jugosa. Ese olor me hace resbalar de viscosidad que se sale de mi vagina como evidencia cristalina del deseo tan persistente que me provocas. Tu olor me endurece mis pezones y me lleva mis dedos a ellos para azotarlos como tú lo haces con tus manos y tu boca torturantes, insistentes, sabias, tan expertas en hacerme danzar y cantar himnos sagrados y eróticos en de un mundo bajo y divino. Tu olor me hace olvidar quién soy y dónde estoy y me obliga a llevar mis manos a mi clítoris que ya con tu olor se hincha y se para inquieto buscando alivio a su angustia con tus manos o las mías. Tu olor se me queda entre las sábanas y me hace rozarme la pasión con ellas, convertida en diosa y en cortesana vestida de gloria y de pecado llevándome al infierno mismo y elevándome al paraíso que tiene tu cara, tu nombre y tu cuerpo. Tu olor me destruye y me crea nueva, me saca la bestia irracional que solo quiere comer, chupar, beber y masturbarse con tu carne hostil y atrevida. Tu olor me marea y me desmaya hasta llevarme a la sinrazón pura del más exquisito y quejumbroso deseo. Tu olor me duerme la señora y me hace prostituta sagrada en el más sacrosanto y diabólico acto carnal en tu piel.