sábado, 31 de marzo de 2012

Camino Hacia el Deseo

Te busqué hoy en mi caminar temprano, callado y meditabundo, dejándome llevar por la necia tertulia de mi lujuria que consume mi mente y me inunda el cuerpo que agoniza de pasión por el tuyo. Te busqué en mis pasos que me llevaron silentes por una cabalgata a mi interior sin principio y sin fin en estas imágenes que se empeñan en torturarme la sanidad y mi vulva. Te busqué en las texturas, los olores y las viveza de la natura que se presentó frente a mí dispuesta a que la penetrara con mis pasos, tal como yo lo estoy cuando te acercas. El aire húmedo empapó mi piel de rocío, sudor y de esta necia concupiscencia obsesiva y resbalaron mis deseos en cada gota de sudor que bajó traviesa por mi escote cosquilleando la abertura donde se separan mis senos, tal y como tú lo harías con tu lengua hábil y traviesa. Sentí cómo mis senos ondulaban juguetones en cada paso y recordé verlos oscilando y saltando excitados cuando me asaltas desde atrás como tormenta violenta y sin anuncio. Con rubor en mi cara, aspiré la sensación de tenerte en mi cuerpo en esos momentos efímeros y eternos en los cuales mis pies me llevaban con rapidez sin prisa. Pisé la hojarasca y sonó a los chasquidos que hace tu sexo con mi sexo mojado en esos momentos bajos que viven en mi memoria; como hubiese sonado en ese momento si le hubieses prestado una visita a mi recinto sacro y a mi gruta pagana que te desea con furor. Quise acostarme en la yerba mojada y rodar en el lodo, acariciándome con las rocas y dándome placer con mis manos llenas de las imágenes que invento de ti. Quise parar y sancionarme estas ganas ardientes y febriles por ti a la intemperie, expuesta, cabalgándome entre suspiros plañideros y sollozos de lamento placentero y doloroso para que viajaran en el viento y llegaran a tus oídos levantándote de tu sueño para hacerte consciente de mi avidez desenfrenada e inspirada en tu cuerpo. Quise cabalgarte así: libre, desprendida del mundo y de sus dogmas, unida al bosque y hecha nada y todo en el momento en que penetraras mi oquedad desbordante e insistente que me suplica que te traiga en asalto violento y sin tregua hasta desfallecer los dos. Deseé que mis lamentos y los tuyos se unieran al canto de los pájaros y al llamado de lo salvaje de nuestros instintos frustrados para formar un nuevo canto de lamidas, mordidas, golpes, lamentos, rugidos y gritos desgarradores ensalzando tu nombre y el mío en la tierra y en el cielo. Quise tocarme el cuerpo y mis ganas en la bajura que lleva mi costura y que me divide como Mar Rojo ante el golpe de tu vara poderosa, sagrada; encerrando verdugazos los cuales espero en la cruz de mi afán por poseerte.  Quise fundirme con el bosque en mi último gemido con mis manos en mi centro alabando, riendo y llorando tu nombre.

jueves, 29 de marzo de 2012

MORIR MOJADOS


Me siento en tu ser, tan filoso y erguido, tan orgulloso y violento, tan curioso e insolente. Pongo todo mi peso en él, me meso, bailo, danzo la danza que me saca una canción de gritos y gemidos ahogados con lo agitada de mi respiración que se me ahoga en mi garganta liberada de ti momentos antes. Agito mi pelvis, cierro mis
piernas para sentirte y hacerme sentir, apretándote, succionándote con mi cavidad mojada, acariciándolo con fuerza y mojándolo con la esencia de mi pasión. Salen torrentes de delirio que corren cristalinos entre mis piernas y vertiginosamente empapan las tuyas; corriéndose mi entrepierna y mojando nuestras pieles, antes secas, antes sedientas de nosotros. Me levanto y me dejo caer con furia, una y otra vez, volcándome en tu yo erecto y furioso, mientras me entierras tus dedos en la piel, sacudiéndome con más fuerza, más furia, más rapidez, más intensidad, hasta que siento que tu ser se ha metido en lo más profundo de mi sexo y me rasca violento por dentro. No veo tu cara, mas siento tu respiración en mi espalda y escucho tus gemidos, siento tus latidos, oigo tu voz que me lanza improperios y palabras soeces, maldiciendo y rogándome que no pare, que siga moviendo mis caderas y castigando tu miembro, que me entierre en ti aún más y continúe mojándote. Finalmente tocas el punto que me hace estallar; grito y gruño, me estremezco y palpita mi sexo, el cual al sentirlo te eleva al éxtasis y te hace reventar y llenarme de tu blanca estela que me inyecta vida y nutre mi vientre, mi alma y mi pasión por ti. Y así mojados los dos morimos…

Soy


Soy la única que puede liberarte del tormento. Soy la que te lleno de angustia y de pecado y soy la única que tiene la llave para sacarte del calabozo de pasiones en el que vives por mí. Soy la única que puede curar tus heridas, las que yo te he provocado con mi lascivia, con mi desvergüenza, con mi altivez y mi desenfreno. Soy la única que puede lamerte las heridas y hacer que pare la sangre que se derrama de tu alma en llanto incontrolable por poseerme. Soy la única que puede liberarte de tu agonía, la que te he causado al mostrarme tan inescrupulosa y lanzada sin importarme las consecuencias. Soy la única que puede hacer que tu dolor merme, soy la única que tiene el bálsamo que necesitas para aliviar el ardor que te quema infernal en la hoguera de tu pasión que sientes por mí y en la cual te incineras tortuoso. Soy la única que puede hacer que dejes de sentir este dolor tan placentero que te deleita. Soy tu verdugo.

Tiemblo

Picture source: http://www.obsessionart.com/showimage.asp?currency=USD&image=images/products/images/products/CH_CH0064_XL.JPG&title=Arched

Me está temblando hasta la última fibra de mi inconsciente consciente que me tiene atrapada en el torbellino de emociones al cual he sucumbido con tu presencia en mi erotismo demente. Me derramo a borbotones imaginándote tocarte para mí y por mí; duro como hierro, caliente como sol de este universo que hemos creado, místico y terrenal, mítico y mortal, quejumbroso y celebratorio de estos instintos enfermos que nos tienen intoxicados de placer, de ardor, de violenta maldición. Me tiembla el pensamiento al imaginarte erizado y doliente en esta perdición que nos ha acechado como fiera a su presa en una jungla hambrienta y sin ley. Te imagino esculpiendo tu virilidad con manos sigilosas y hábiles, erigiendo el monumento que quiero adorar con mis ojos, con mi boca y con mi pasión carnal. Me esculpo yo como lo harías tú, recorriendo mi interior lleno de gemidos hinchados y de quejas mojadas, inexorable tu azote que encuentra alimento en mi dolor tan placentero. ¡Qué dulce agonía me provoca pensarte lascivo y deseándome sin tregua, con tu vida en tus manos paseándose, estremeciéndose y golpeándose como mar en las rocas de un acantilado! ¡Qué sabroso dolor me provocan las imágenes que mi mente se inventa para que pueda poseerte sin tenerte! Quisiera que pudieses sentir mi carne incandescente y palpitante que espera tu castigo impune en cada rincón que siente tu presencia lejana. Quisiera que pudieses estar en mis manos frotando con furia mi sexo mojado y hambriento de ti. Quisiera que tus manos pudiesen acompañar a las mías apretando mis pezones que erectos le hacen el juego a tu dureza y te invitan a un duelo sarcástico. Quisiera bañarme con tu esencia prima y jugosa que embalsame mi piel para vestirme con tu olor y tu sabor que me acompañen mientras jugueteo con ellos. Quisiera hablarle a su ojo intenso y alerta y repetirle mi canción una y otra vez hasta que aprenda mis acordes y memorice mis notas que salen de mi garganta ahogadas por su estampida que me quita el aire y desencaja mis mandíbulas. Te imagino sufrido, castigándote sin piedad por tu sed de tenerme buscando expiación por tu mente dañada y consumida de delirio intransigente por poseerme. Te imagino mundano e instintivo, listo para flagelarme sin tregua hasta que te lo haya dado todo en sollozos, gritos y el manantial que sale de mí cuando rascas el punto que me hace estallar y convertirme en agua, en sal y en luz. Te imagino, y quiero...

miércoles, 28 de marzo de 2012

LO SE

Picture source: http://www.obsessionart.com/product.asp?currency=USD&cat_id=PHO&pf_id=MOFO_MOFO032&jump=0


Sé que te mueres de ganas por agarrarme desprovista y arrancarme la ropa de un tiro. Te mueres por chuparme la boca y probarme con tu lengua maldita en cada espacio abierto, oscuro y mojado que encuentre. Sé que agonizas en tu soledad, haciéndote el sexo violento imaginándome sentada en tu miembro duro y tenso azotándolo como estampida en la selva salvaje de tus fantasías insolentes que protagonizamos tú y yo. Sé que te desvives en ahogos de suplicio por el desconcierto que te causo con mi voz que te susurra soez mi intención inefable y nefasta. Sé que te está matando la curiosidad de visitarme en mi desnudez vestida de rocío, leche y deseo. Sé que languideces al imaginarme castigando tu erección con mi sexo sudoroso y oliendo al más bajo instinto carnal. Sé que me instigas, me invitas, me tientas, me hostigas a querer romper la distancia y meter mis pezones en tu garganta para que puedas chuparlos, masticarlos y tragártelos como si tu vida dependiera de ellos. Sé que has temido y deseado nuestro encuentro desde tiempos inmemorables y huyes de mí en temor de tu descontrol y del torbellino creador y destructor que se desatará en el momento en que le demos rienda suelta a nuestros deseos. Sé que consumo tu mente, tu cuerpo y tus manos las cuales no dejas de usar para halarte y sacudirte esa dureza que te causo y que te consume de placer y de tormento día y noche. Sé que vivo en tu cuerpo y en tus ojos, desnuda y quejumbrosa de éxtasis montada en ti, moviendo mi pelvis con frenesí y drenando mi sexo en tu piel. Sé que no puedes respirar ni pensar en otra cosa que no sea clavarme día y noche en cada gruta de mi cuerpo y bañarme con tu corrida de los pies a la cabeza una y otra vez hasta que me trague yo la última gota. Sé que quieres que te asalte atrevida y te haga mi esclavo y me quieres esclava de tu morbo. Sé que me deseas pero me temes.

martes, 27 de marzo de 2012

El Calvario

Picture source: http://s3.amazonaws.com/data.tumblr.com/tumblr_m1gqbf8oRi1qfbon7o1_1280.jpg?AWSAccessKeyId=AKIAJ6IHWSU3BX3X7X3Q&Expires=1332946549&Signature=vibPsXnSI5PuC%2Fc5S0QCrkOdy8s%3D

Caminaba en esta mañana húmeda y fresca. Las imágenes de la noche amanecieron aún frescas en mi mente y en mi cuerpo ausente de ti. Amanecí excitada, lista para rozarme la mente con el recuerdo de nuestro último encuentro. Desperté y mi memoria me llevó de nuevo a la exquisita tortura de haber sido testigo de tu locura que se salió de ti con la propulsión del agua que sale con fuerza de un espacio que ya no la puede contener. Se me hizo la boca agua al recordar tu última venida, tan llena de vida y tan copiosa, y no pude evitar querer tenerte en mi boca en ese momento. Quise tocarme para calmar mis ganas de ti pero el tiempo apremiaba y tenía que salir. Me fui a caminar, con la esperanza de que la adrenalina se evaporara y mi deseo encontrara aliciente. Pero en cada pisada, en cada roce de mi labia contra sí misma y contra mi ropa, mi centro se hinchó más y mi camino se hizo angustiosamente placentero. Mi entrepierna mojada sin remedio se excitó exponencialmente con cada paso que la frotaba sutilmente y encontré en el olor a yerba recién cortada, en la vegetación cubierta de rocío y en el suelo húmedo los olores a nuestro sexo que imagino hasta enfermar. El bosque me pareció el lugar perfecto para meterte en mi boca y dejarme penetrar por tu dureza hasta embriagarme y desfallecer. Jadeante y ruborizada, caminé el glorioso y placentero calvario hasta mi destino. Hoy tengo más ganas de ti…

Mírame

Picture source: http://s3.amazonaws.com/data.tumblr.com/tumblr_m1iikfrLmO1qfbon7o1_1280.jpg?AWSAccessKeyId=AKIAJ6IHWSU3BX3X7X3Q&Expires=1332944834&Signature=4c4sl6JQPUWqaxH7HUUgsllHQXY%3D

Mírame. Mírame mirándote con ojos hambrientos mientras veo que te desvistes para rasgarme y torturarme de delirio mientras disfruto de tu virilidad profana. Mírame; mírame cómo jadeo y jaleo ante la evidente, esperada y temida cópula que protagonizaremos en unos instantes dolientes de agonía. Mírame cómo pierdo la última gota de duda que me hincaba la razón ahora dormida, perdida e indiferente a lo inefable de la oscuridad de nuestro libido. Mírame; mira cómo se va la otra y se apodera la nueva mujer en mí, primitiva y ardiente. Mírame; mira cómo crecen mis pupilas al tiempo que crece tu miembro duro y erecto a causa de mi aura que te arropa y te posee. Mírame; mírame castigándome el cuerpo, flagelándome la labia y torturándome mi botón mágico mientras te desvistes de tus ropas y de tu vergüenza y recelo hacia la posesión que anhelas pero que temes. Mírame; mírame cómo acorto la distancia que nos separa para arrebatarte la piel y dejarte sin consuelo, insaciable, perdido en la lujuria que sientes por mí. Mírame; mírame cómo tiemblo de lascivia y desespero porque se rompa cada botón de tu camisa la cual te quitas con prisa que se siente como una eternidad en mi deseo. Mírame, mírame cómo me acaricio mientras devoro tu piel con mis ojos y mis labios que aún no te han tocado pero que se hinchan de exaltación anticipando tus besos. Mírame; mírame como contengo estas ganas irreprimibles de fundirme con tus jugos, tus sudores, tu saliva y tu olor mientras me derramo sola ante el baile cadencioso de tu figura en la oscuridad desvistiéndose. Mírame; mírame y no dejes de mirar cómo me abro para ti dispuesta, voluntaria, rendida ante lo que ya no tiene marcha atrás entre nosotros. Mírame; mírame cómo te deseo, cómo pulso por tu gloria y cómo convulso de locura en el momento que me muestras tu traje antiguo pero nuevo para mis ojos. Mírame; mira cómo te invito sin inhibiciones a beber de esta cicuta que nos matará en nuestra forma actual y nos convertirá en una cosa nueva sin retroceso. Mírame; mira en lo que me has convertido con tu descaro.

lunes, 26 de marzo de 2012

Te Espero



Te espero en la habitación, desnuda y a oscuras, haciéndome la que no sé que vendrás pero esperándote boca abajo y con las piernas abiertas para darte la bienvenida a mi
cuerpo. Sé que vendrás, siempre lo haces, cuando menos lo espero. Sólo que
esta vez te espero preparada, lista para tu llegada y tu azote inescrupuloso. Esta
vez, en vez de jugar a que me tomaste por sorpresa, te sorprenderé yo, ya anticipándote excitada y habiendo allanado el camino para que tropieces solo con mis nalgas que te tienden una invitación explícita y callada. Te espero con los senos
pegados al suelo, sintiendo la frialdad del suelo en mis pezones, excitándome con
el roce de la dureza del piso y la anticipación de tus manos, tus dedos, tus
labios, tu lengua y tus dientes en ellos, como sabes que me hace enloquecer
cuando comes de mi pecho con desespero e instinto animal. Te espero con premeditación, porque sé que ya vienes excitado y erecto, por haber pensado en este encuentro por tanto tiempo y haber estado pensando en nuestros cuerpos sudorosos y llenos de lujuria revolcándose con estruendoso frenesí. No sabes que ya te esperaba y pensándote me he rascado este escozor en mi sexo hasta gritar tu nombre una y otra vez, llamándote cada vez que pulso y destilo. No sabes que he recreado cómo tu boca me chupa, me come, me mastica; me lame la boca, mis senos, mi labia por dentro y por fuera. Te espero desbordada para hacerte el camino fácil, para que tus dedos se deslicen sin obstáculos y mi excitación te haga crecer y endurecer aún más. Te espero
jadeante y suplicante, lista para tu entrada triunfal a la cual yo te ayudaré parándotela, mostrándotela, abriéndotela, ofreciéndotela sin inhibiciones, puta como te gusta que sea y que me preste a tus más bajos instintos, feliz y voluntaria. Te espero
como una estatua erótica a la que le rendirás tributo y le mostrarás tu lealtad ciega e irracional; como diosa mítica a la que temes, adoras, ansías y deseas conquistar. Te espero orando, con mis rodillas en el suelo para que veas a dónde llegarán tus oraciones y el cielo en mi cavidad mojada que fulgura en la oscuridad para que la penetres con fuerza, para que rompa el telón de la oscuridad con mis chillidos, gemidos, demandas y maldiciones cada vez que entras y sales de mí desquiciado. Te espero en el suelo, tendida, lista, abierta, viscosa, tensa, pulsante, agonizante, suplicante, como invitación y aceptación a esta complicidad nuestra siniestramente placentera. Te espero.

Nuevo Cielo



Estoy en busca de conocerte en tu faceta de dios encarnado para profanarte y llevarte a los infiernos de agonía y tortura que te destronaran del cielo y formaran uno nuevo en la lujuria de nuestras pasiones que ya no se pueden detener. Quiero arrebatarte cuando menos te lo esperas, inusitado y resistiéndote con una resistencia falsa con la que esperas redención a tu pecado ya cometido en tu mente llena de mí. Así como poseo tu razón y tu cuerpo sin haberlo tocado aún, te llevaré al suplicio de abdicar a tu trono venerado para que bajes a comer con las furias que me acarician y me masturban
el cuerpo mientras te miro. Voy a acecharte y a mostrarte la dulzura del placer de este infierno nuevo cielo y a seducirte con mi olor a musgo, a bosque, a tierra vieja y nueva, conocida en tu creación pero desconocida para ti. Te despojaré de tus vestiduras con la lentitud de la eternidad para que conozcas mis manos y cómo te recorren para aprenderse cada espacio de tu cuerpo. No dejaré rincón sin explorar y sin reclamar para mí; te irás todo al infierno conmigo; cada vello, cada poro, cada capa, cada parte de todo tu ser y sentirás cómo despiertan y viven tus espacios dormidos, los muertos, los que no tenías conciencia de que moraban en ti y los que te inventaré nuevos. Te haré consciente de tu divinidad y de tu mortalidad, ambas entrelazadas en una maraña sin principio ni final. Te quemaré en la hoguera de gritos, sentidos, sensaciones, sentimientos, aullidos, gemidos, llantos, altos, bajos, duros, suaves, secos, mojados, idas y venidas hasta que mueras en tu forma actual y renazcas otro. Me tragaré tu esencia entera, me la untaré como ungüento
en cada recodo de mi cuerpo, la llevaré a mi boca y jugaré con tu sabor hasta que pase por mi garganta, se me una a la sangre y se plasme en mi memoria, hasta que me des todo lo que hay en ti y más. Meteré tu hombría en mí con hambre, con ganas, con urgencia, con ferocidad, con fuerza, con violencia, con descaro y conocerás cada uno de mis altares en los que puedes jugar despreocupado y feliz. Me probaré de tu boca, de tus dedos, de tu sexo después de cada visita a mis fluidos. Te bautizaré con un nuevo nombre que cambiaré por el mío el cual dejarás escapar en suspiros, gritos y rugidos tantas veces que no se te olvidará jamás. Conocerás mis perfumes y haremos uno nuevo con nuestras salivas, jugos, sudores, feromonas, el olor de nuestras
pieles y nuestros alientos, e impregnará todo nuestro ser y nos llegará al espíritu. Vivirás en el infierno convertido en tu nuevo cielo rogando por saciar estas ganas interminables como infinito que como hogueras te quemarán en fuego eterno. Me derramaré en tu cara, en tus labios, en tu lengua, en tu pecho, en tu sexo y vivirás el resto de tus días con mi esencia en ti y en suplicio de placer y deseo por más.

domingo, 25 de marzo de 2012

CAJA DE PANDORA

Picture source: http://billsussman.net/post/18208634890

Sí, hemos descubierto la caja prohibida y maldita; la caja de la que advirtieron la
precipitada caída al precipicio de calamidades y tempestades al que sucumbieron Adán y Eva y lo cual los expulsó del paraíso. Hemos descubierto la fruta prohibida pero tan apetitosa, pomposa, lustrosa, jugosa y destellante, invitándonos a comer hasta saciarnos, pero sabiendo que la saciedad es mentira, que es fantasía, que la saciedad nunca llegará y que por el contrario, al probar de la fruta nos poseerá y nos hará adictos sin remedio. Hemos encontrado la Caja de Pandora y su llave, ahora en
nuestras manos, extendiendo nuestras manos al encuentro del sello que mantiene
la caja cerrada pero tentados a romper ese sello sagrado y consagrado que nos
mantiene en ascuas pero al acecho, queriendo, deseando, con la curiosidad de
averiguar más y la osadía de desafiar los designios que ya han sido augurados. Las advertencias multiplican nuestro instinto y amplifican nuestro furor; nos vuelve ciegos el destello de esa llave que poseemos en nuestras manos y que se ha apoderado de nuestras mentes, nuestra razón, nuestra psiquis entera y nuestros cuerpos. La caja ha tomado vida, nos invita, nos llama, nos promete la salvación y el cielo, pero aunque sabemos que es mentira lo iluso de nuestra obstinación altiva nos consume, erosiona toda lógica y nos da alas para pensar que podemos ganarle al destino. Desquiciados y embriagados de estas ansias de poder nos arrastramos hacia las aguas turbulentas de la pasión y la lujuria; las aguas turbias, recias, voraces, impías, llenas de deleite, de dolor dulce y de jugoso ardor; capaces de destruir y transformar; capaces de conducir a la nada y al todo; capaces nosotros de vencerlas o ser vencidos. Nos envuelve en su
musa la Caja de Pandora la cual ya nos posee, nos consume, nos atrapa, nos
tiene encarcelados y sentenciados a morir uno encima del otro, uno dentro del
otro, vencidos y derretidos formando una sola cosa viviendo nuestra convicción al
destierro amargo y dulce del pecado y nadando en nuestro propio almíbar.

QUIERO

Picture source: http://eroticpictures.tumblr.com

Quiero abrirme ante ti y mostrarte la pulpa de mi fruta jugosa, pulposa y atrevida. Quiero clavar mis ojos en ti mientras mis manos aventureras trazan surcos en mi piel en danza erótica para despertar tu universo a mi presencia. Quiero mirarte con la
intensidad de esta intransigencia demente y prohibida y obligarte a quemarte los ojos con los contornos de mi cuerpo. Quiero despojarme de lo innatural de las vestiduras tras las que escondo mi cuerpo y mostrártelo en su gloria excitada por el peligro que me acecha al estar tú en mi mundo. Quiero lentamente devorarme con mis dedos, paso a paso, centímetro a centímetro, mientras te veo languidecer de delirio por poseerme. Quiero inventar cómo recorrerías mi carne ante esta fantasía osada que vive en mi mente por ti. Quiero torturarte con mi nivel más bajo y primitivo, convertirme en tentación a la que no le puedes ganar y obligarte a sucumbir a mi desquiciada voluntad de ser dueña de tu cuerpo. Quiero exponerte mi piel poro a poro, mientras se te seca la garganta y buscas consuelo en tu boca con tu lengua, simulando tus labios a los míos. Quiero cegarte, enloquecerte, hacer que olvides quiénes somos, dónde estamos y por qué no hemos sido y arrancarte el más violento grito de guerra que rasgue el telón del universo y la distancia y las circunstancias que nos separan. Quiero que me mires despojada del mundo, del dogma que nos dicta lo insano de mis reclamos y de mi yo social. Quiero que me mires arriba y abajo, afuera y adentro, con hambre, con fuego, con sed, con dolor, con urgencia enferma, moribundo y quejumbroso, lanzándole improperios a Dios y a mi cuerpo que como carnada te tienta, te atrapa y te ata sin remedio y sin poderlo evitar. Quiero que mires cómo acaricio mi humedad y la pruebo de mis dedos, la huelo y la esparzo por mi piel para llenarme del perfume que te embriague y que me embalsame entera para dártelo a probar de mi carne para que viva en tu lengua. Quiero que mires cómo bailan mis manos en mis pechos y que veas mi dureza que se levanta para hacerme gemir y danzar para ti. Quiero que mires cómo entro mis manos desesperadas en mi sexo ardiente, aún mirándote, acrecentándose este deseo que siento por ti, y cómo con desespero froto mi amor con furia, chasqueando mi sexo como las llamas de una hoguera infernal y voraz que consume todo a su paso, destruye, quema y quiere más. Quiero que mires cómo duelen mis súplicas ante mi sexo abierto a ti y a mis manos, corriendo y resbalando mi zumo ancestral por mis manos mientras abro aún más mis piernas para que veas la gloria que te ofrezco. Quiero que veas cómo reviento, cómo explota esta orgía de pasiones que me provocas, cómo convulso, pulso, me hiero y muero en angustioso deleite. Quiero que me veas palpitar y derramarme por ti.

sábado, 24 de marzo de 2012

TENTACION

Picture source: http://olderoticart.tumblr.com/post/18770108312

¡Qué embriaguez quejumbrosa me causas! Mis ojos están clavados en tu mirada que lanzas al horizonte intentando verme desnuda y sin reparos, tan dispuesta a aceptar tu invitación obscena y a ser cómplice y protagonista de esta telaraña de pasiones que hemos tejido con libidinosidad corrupta. Te lanzo una respuesta altiva con mis labios entreabiertos, los cuales recorre mi lengua que quiere saborearte entero y probar tu saliva, tu sudor y tu néctar. Muerdo mis labios mirándote a la distancia y ves lo agitado de mi pecho cuando mi respiración ha comenzado a hacerse cada vez más fuerte, más intensa, entrando por mi boca y saliéndome hacia abajo por mi centro. Ves cómo se alza mi pecho con cada bocado de aire que me asfixia y cómo mis senos rebotan invitándote a violarlos con violencia. Muevo mi pelvis en invitación abierta, grosera y tenue que solo tú puedes descifrar, ofreciéndote mis manjares, queriendo que pruebes la fruta prohibida que te ofrezco sin reparos. Mi sexo se moja y lo sabes; se abre, me habla, me grita y te habla; te lanza palabras ininteligibles llenas de erotismo magnético que viaja en el espacio que nos separa y te alza tenso buscando la fragancia que palpas en el aire y que sale de mi ser carnal, despierto y enlodado. Te miro y me miras; callados, respirando y sintiendo en cada fibra de nuestros cuerpos cadenciosos moribundos en busca de la redención y el cielo. Clavo mis ojos en ti, insolente, perdida, infernal, causándote tu perdición total y absoluta en mi presencia. Muevo mis manos a la distancia, acariciándote allí, comiendo mis manos tus círculos y tu forma cilíndrica como tótem a la vida y al placer al cual quiero rendir mi adoración ciega y sin escrúpulos. Tu cuerpo es una oda a la concupiscencia de esta embriaguez que me consume y que me causas, sin poder resistir esta trama erótica y morbosa que me arrastra como veredicto final a un abismo sin principio y sin fin de placer y deleite adictivos. Te muestro mis manos, las cuales te tentarán y te llevarán a tu ruina, a la locura total sin consuelo ni tregua. Te advierto implacable que no pararé hasta que logre consumir tu carne en pedazos y entera y tragarte con mi boca y mi sexo hasta convertirme en la diosa triunfal de tu cuerpo y tu cruz donde vives y mueres.

viernes, 23 de marzo de 2012

POSEER TU BOCA


Picture source: http://www.eroti-cart.com/index.php?main_page=product_info&cPath=27&products_id=471

Voy a plantar mi bandera en ti, como premio de la conquista de tu cuerpo. Voy a posar mi sexo en ti y a llenarte la boca de mi nombre, de mi inconsciencia, de mi dolor que sufrido me envía a la cúspide del placer y la lujuria. Voy a llenar tu boca con las aguas cristalinas del deseo y la pasión contenidas en mí desde tiempos remotos, cuando no te recordaba pero te traía a mí con mis dedos, mis manos, mi boca, en mi piel, pensándote e inventándote. Voy a llenar tu boca con mi sangre transparente y recordarás mi sabor para siempre. Voy a impregnar tu boca con mis rugidos y mis chasquidos; voy a castigar tu lengua metiéndola en mi centro sin preguntarte si quieres comer o si ya estás saciado. Voy a llenarte la boca de mi liviandad, sin inhibiciones, sin dejarte hablar o respirar, sofocándote con mis labios y mis labios llenos de espuma. Voy a llenar tu boca con mi monte sagrado lleno de pecado para que ruegues por tu redención y la liberación del tormento que te causo. Voy a llenar tu boca con mi torrente desbocado para ahogarte de mi nombre, mi manto, mi altar y mi
espacio que te pertenece aunque no lo quieras y aunque intentes negarlo. Voy a llenar tu boca hasta que tus palabras, gemidos, gruñidos y súplicas se me metan por dentro desde abajo y fluyan por mi túnel oscuro, mojado y resbaladizo, peligroso y glorioso, desconocido, temido y esperado por ti. Voy a dejarte en la boca mi fuente de vida deslizándose por tu garganta para unirse a tu saliva, tu sangre, tu cuerpo y tu hombría. Quiero que te pierdas en mi antro y lo conviertas en altar al que le rezas tus ruegos y le elevas tus rezos. Calla y deja que dance cadenciosa y lenta, desesperada y veloz en tu boca sellada con mi labia. Calla y recita tu mantra, una y otra vez, hasta que te sofoque con mis gritos en evidencia de que me has llevado al cielo. Luego, quiero probarme en tu boca...

CALLA

Picture source:
http://venustemple.tumblr.com/post/15723519364/fine-pencil-art-by-betty-dodson


¡Calla! Calla y toma este pecado que te ofrezco.
Calla y llena tu boca de las riquezas de la complicidad de lo nuestro.
Llena tu boca con el manjar de mi carne y del torrente de mi sexo abierto.
Abre tu boca para llenarla de mi monte santo que para ti se muestra erecto.

Calla y cierra los ojos dejándote llevar por la insolencia de mis avances necios.
Deja que mis manos te cabalguen sacándote gemidos de fervor enfermos.
Permíteme llevarte a la cima del pecado en nuestro génesis pionero.
Come de mi fruta prohibida maldita y bendita que te corroe los huesos.

Calla y dame tu dolor que aguantas en la ausencia de mi cuerpo en tu cuerpo.
Déjate arrastrar por el largo y estruendoso eco que en tu ser es el deseo.
Come de mi manjar que te ofrezco de mis manos lejos.
Poséeme callado en tus noches y tus días de mi lujuria en secreto.

DESCARADA

Picture Source: http://olderoticart.tumblr.com/post/19583549268

Con descaro te miro a los ojos, desafiándote y aceptando el duelo erótico al que me retas con invitaciones soeces y mudas con los ojos llenos de lujuria y tus palabras lascivas que me lamen el cuerpo y cosquillean mi sexo. Llegas confiado, sabiendo que mi excitación es palpable y doliente y es casi ya un desespero frenético. Con descaro te acorralo, poniendo mis senos en tu pecho para que sientas mis pezones erguidos y suplicantes de tus manos y tu boca. Uno mi pubis a tu virilidad que se deja ver aunque escondido del mundo, pero que a oscuras espera fuera de sí mismo el momento cuando podrá salir a mi encuentro. Me rozo con indecoro con tu cuerpo para excitarlo tanto como el mío, para que tu piel sepa que la mía esta abriéndose feliz por tenerte. Aspiro tu aliento que ya ha comenzado a entrecortarse casi como un palpitar de humo y emite un ritmo sonero hueco. Te tiento, haciéndome sentir en cada milímetro de tu piel tan consciente de mi presencia en ella. Con fuerza me aferro a ti, cerrando mi boca con la tuya en el nudo que forman nuestras lenguas serpenteando en nuestras bocas hambrientas y sedientas. Cada mordida, cada azote de tu lengua en mi boca me arranca un gemido que se vuelve más fuerte y más suplicante a medida que me comes los labios. Me muerdes, me chupas, me halas; me hablas con tu boca llena de la mía en palabras que se ahogan con mis suspiros y los tuyos enredados, fumándonos los dos nuestra esencia ya unida sin principio ni final. Nuestros alientos se funden en un éter interminable y voraz que se nos mete por dentro y que a mí me llega hasta el fondo de mi centro, allí donde tú quieres entrar. Con descaro, mis manos te recorren todavía sin separarme de ti; mis manos buscando, cucando, instigándote a perder la razón y despojarte de todo lo que nos separa para entrar en mí. De un tirón, agarro tu pasión erecta y dura y maldigo en la agonía angustiosa que me embarga al sentirte tan exaltado por mí. Te siento, te toco, te muevo, te halo, te empujo; arriba y abajo y me acerco aún más a ti para sentirte en mi entrepierna que me ruega palparte. Chocas con mi vulva y quieres romperla; traspasarla haciendo a un lado lo que detiene tu entrada en mí. Y ya en un instante se acabó el juego: finalmente te deshaces de mi posesión tirando de mi cabello hacia atrás con primitiva fuerza, besándome con furia y rasgando la ropa que te impide sentir y vestirte de mi traje ancestral. En la pelea, agarro tus manos y las pongo en mis senos; ruges, maldices y te llevas mis pezones erguidos a tu boca; siento cada mordida a mis pezones en mi sexo fogoso y perdido en locura total. Comes de mi pecho como si fuera tu última cena y yo con descaro aprisiono tu cara para que continúes la voraz jornada que te sacia y me enloquece. Como si no te fuera suficiente, tu hambre de mí crece vertiginosamente hasta convertirte en fiera feroz e implacable. Con descaro enredo mis dedos en tu pelo y te bajo hasta mi sexo para que continúes el festín. Comes, bebes; canto, bailo; hablas, suspiras; gimo, grito. Te bebes hasta mi última gota; te bebes mi esencia y mi espíritu; mi amor y mi lujuria. Finalmente, me asaltas impío y con cada grito quieres más, me das más, me torturas más hasta que llega el silencio al filo de un grito lastimero. Y después de unos instantes de vivir en el silencio, con descaro te digo que quiero más…

LABIOS MOJADOS


Mi boca se moja, la saliva preparándose para dejarse caer en tu boca, en tu piel, en tu miembro
y probar cada recodo de tu ser. Muerdo mis labios y saboreo nuestro encuentro a pesar de que la distancia te mantiene lejos de mí. Mi cuerpo despierta al cosquilleo erótico que le provoca tu presencia en el mundo y el saberte despierto a mis pasiones de ayer, de hoy, de siempre. Se moja mi piel con un rocío tenue y tímido que la hace fulgurar para que encuentres cada milímetro de ella y bebas de él para saciar tu sed de mí. Cierro mis ojos imaginándote viril y tempestuoso, recio como cuando te posee ese instinto primitivo que no responde a la razón ni a la lógica; que no tiene tiempo, ni espacio, ni distancia, ni lugar. Te imagino despojado del mundo y del todo que nos mantiene separados pero unidos en la locura de esta lujuria que nos posee con vehemencia, descaro e intensidad. Imagino tus manos poseyéndome en tu cuerpo sin vergüenza ni reparos, en la soledad de tu mundo trayéndome en la fantasía que te roba el sueño y el aliento. Te pienso devorando mi carne con furia, como si el tiempo se fuera a acabar y no diera para consumar el fuego que te consume sin remedio y que también arde en mí por ti. Se mojan mis
pensamientos y mi vulva de tan solo recrearte y unirme a tus fantasías voraces e indecorosas. Resbala mi labia al rozarse uno contra el otro, hinchados de la exaltación que me provoca el
pensarte erguido y erecto por mí. Se endurece mi semilla ardiente, la cual quiere salir a encontrar el roce de tus dedos, y me muevo para que pueda sentir la costura de mi pantalón para intentar darle algún consuelo. Mis músculos se tensan y aprieto mi vagina que ya me suplica que entres en mí; sola y oscura, mojada e incontrolable del deseo que me provocan las imágenes de
saberte excitado de locura ardiente por poseerme urgente. Con disimulo me meso en la cadencia de mis pensamientos de pecado, en los cuales tú y yo somos instigadores y víctimas de esta tertulia erótica y silente entre nuestros cuerpos a la distancia sin tocarse pero poseídos de un deseo incontrolable e imparable. Sin que nadie se dé cuenta, palpito por ti y dejo escapar un suspiro silente en honor a tu sexo.

jueves, 22 de marzo de 2012

ASALTO


Source:

Me siento en tu ser, tan filoso y erguido, tan orgulloso y violento, tan curioso e insolente. Pongo
todo mi peso en él, me meso, bailo, danzo la danza que me saca una canción de gritos y gemidos ahogados con lo agitada de mi respiración que se me ahoga en mi garganta liberada de ti momentos antes. Agito mi pelvis, cierro mis piernas para sentirte y hacerme sentir, apretándote, succionándote con mi cavidad mojada, acariciándolo con fuerza y mojándolo con la esencia de
mi pasión. Salen torrentes de delirio que corren cristalinos entre mis piernas y vertiginosamente empapan las tuyas; corriéndose mi entrepierna y mojando nuestras pieles, antes secas, antes sedientas de nosotros. Me levanto y me dejo caer con furia, una y otra vez, volcándome en tu yo erecto y furioso, mientras me entierras tus dedos en la piel, sacudiéndome con más fuerza, más furia, más rapidez, más intensidad, hasta que siento que tu ser se ha metido en lo más profundo de mi sexo y me rasca violento por dentro. No veo tu cara, mas siento tu respiración en mi espalda y escucho tus gemidos, siento tus latidos, oigo tu voz que me lanza improperios y palabras soeces, maldiciendo y rogándome que no pare, que siga moviendo mis caderas y castigando tu miembro, que me entierre en ti aún más y continúe mojándote. Finalmente tocas el punto que me hace estallar; grito y gruño, me estremezco y palpita mi sexo, el cual al sentirlo te eleva al éxtasis y te hace reventar y llenarme de tu blanca estela que me inyecta vida y nutre mi vientre, mi alma y mi pasión por ti. Y así mojados los dos morimos…