Llegó y formamos
conversación trivial; que si el clima, su vida, la mía y todo lo que había pasado
desde la última vez que hablamos. Yo estaba preparada para seducirlo a pesar de
que él ya me había dicho lo que quería: idolatrarme como diosa divina, verme en
medias que cubrieran mis piernas y llegaran hasta mis caderas, encontrarme con
calzado sexy y que fuera reina en su cara. Cuando llegó estaba como lo
recordaba; alto y fornido, con su sonrisa exacta de siempre y los ojos verdes
brillando como el sol de afuera haciendo contraste con su cabello azabache. Planifiqué
todas las tácticas para desarmarlo aún más de lo que estaba. Sabía que yo era
su dueña, que se moría por tenerme; pero yo quería más. Quería que se muriera
por mí, que suplicara por más, que de una vez y por todas supiera que no habría
jamás otra que lo llevara al éxtasis como yo. Quería ser eterna en su mente y
en su cuerpo tatuado de mi pasión y engravado de mis besos, mis uñas y mis
dientes.
Comencé a tocarlo
suavemente para despertar su piel. Le rocé con mi cuerpo haciéndolo despertar y
gemir cada vez que me sentía acercarme a él. Enterré mis dedos en su piel a través
de su ropa antes de meter mis manos bajo su camisa. En su pecho fuerte pude
sentir la dureza de sus pezones los cuales pellizqué a la vez que él dejaba
salir un gemido lastimero y profundo. Continuamos danzando nuestros cuerpos con
erotismo y sentía las pulsaciones de su pene erecto el cual intentaba
enterrarme a través de la ropa. Lo despojé de sus vestiduras lentamente, tan
lento que se convirtió en una tortura que acrecentó su lujuria. Al deslizar su pantalón
hacia abajo vi su miembro mirándome con intensidad y sentí deseos de tenerlo en
mi boca. Le ordené que me quitara mi vestido rojo lo cual hizo con manos torpes
y dedos temblorosos y al ver mi corset negro dejó escapar una maldición.
2 comentarios:
UNA DIOSA QUE SABE COMO TRATAR A UN BUEN CREYENTE.
EXCITANTE EXPERIENCIA.
UN BESAZO ROCINANTE ERÓTICA!!!
Una diosa que recompensa muy bien a sus fieles creyentes y devotos. Un besote, Lord!
Publicar un comentario